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Andrew Scott en una imagen promocional de la T2 de 'Separación'.
**Atención SPOILERS**
Separación (Severance en su título original) supuso un antes y un después en el panorama de las series de televisión en el último lustro con su estupenda primera temporada. Pieza clave del catálogo de una plataforma, Apple TV+, que a pesar del éxito en premios de Ted Lasso o de acumular algunas de las mejores series del momento (como Slow Horses) no acaba de dominar del todo la conversación seriéfila, aquejada de una falta de público preocupante si atendemos a las cifras de las plataformas con las que compite o a los presupuestos que se gasta en cada una de sus «Apple Originals».
Estrategias como la reciente colaboración entre Movistar Plus+ y Apple TV+ para que ésta última esté disponible para los abonados de la primera, indican que existe dicha preocupación pero, más allá de alianzas, lo que necesita Apple TV+ es que la gente sepa lo buenas e importantes que son algunas de sus series, como es el caso de Separación. Una maravilla creada por Dan Erickson y producida y dirigida, en su mayoría, por un magistral Ben Stiller.
Convertida en algo así como un fenómeno de culto (o un secreto a voces, según como se mire) gracias a su espectacular reparto, un guion enigmático y su profundo cuestionamiento sobre el equilibrio entre la vida personal y laboral, además de su estética entre surrealista y minimalista, Separación vuelve ahora tras un impactante final de la primera temporada, que nos dejó en ascuas a lo largo de estos casi tres años de espera.
Una operación que te parte en dos
La premisa de Separación es tan fascinante como perturbadora: Lumon Industries ofrece a sus empleados la posibilidad de someterse a un procedimiento neurológico que separa por completo su conciencia laboral de su vida personal. De este modo, su «Innie» solo existe durante las horas de trabajo, mientras que su «Outie» retoma el control al salir de la oficina, sin recordar absolutamente nada de lo que ocurre en el interior.

Helly y sus secretos: clave en ‘Separación’.
Aunque la empresa promociona este avance como una solución moderna para maximizar la productividad y proteger la privacidad de sus trabajadores, la realidad es mucho más siniestra. El procedimiento es objeto de intensos debates éticos, manifestaciones y oposición pública. Sin embargo, para Mark Scout (Adam Scott), el protagonista, someterse a la separación es una forma de escapar de su dolor tras la pérdida de su esposa, Gemma (Dichen Lachman).
Una de las preguntas más dramáticas y emocionales que nos depara Separación es la siguiente: ¿Qué tipo de persona está dispuesta a someterse a tal operación? Los traumas que llevan consigo los protagonistas de Separación, sus particulares casuísticas o bien sus secretos (algunos más perversos que otros) son algunas de las cosas que vamos conociendo a lo largo de la primera temporada.
Lumon Industries: mucho más que una corporación
La empresa en la que trabajan los protagonistas de Separación poco tiene que ver con, pongamos, la Dunder Mifflin de The Office y más con cualquier corporación maligna de ciencia-ficción que os venga a la cabeza.
Y es que Lumon no es solo una compañía de biotecnología; es una institución con una historia que roza lo religioso. Fundada en 1865 por Kier Eagan, su filosofía impregna todos los aspectos de la vida en la empresa. Los empleados, en especial lo de mayor rango y responsabilidad, veneran a Eagan como una figura divina Su legado se refleja en los estrictos manuales y en una serie de rituales que bordean el culto religioso.

Patricia Arquette está increíble en la serie.
A los cuatro protagonistas de la serie los encontramos trabajando en una planta especial para quienes se han “separado” la mente. En concreto, lo hacen en el departamento de refinamiento de macrodatos (MDR en inglés). Allí las tareas son misteriosas: los empleados deben identificar números “amenazantes” en las pantallas de sus computadoras y eliminarlos, pero nadie entiende realmente la finalidad de este trabajo. A cambio, reciben recompensas que oscilan entre lo absurdo y lo infantil, como fiestas de gofres o retratos caricaturescos.
La supervisión es constante y asfixiante. El Señor Milchick (Tramell Tillman), el enlace con los empleados y la Señora Cobel (Patricia Arquette), la directora de la planta, aseguran que se cumplan todas las normas del protocolo. Cobel, especialmente, desempeña un papel clave en la supervisión de los trabajadores, mientras mantiene una relación (primer gran secreto) en el mundo exterior con el “Outie” de Mark bajo la identidad de “Sra. Selvig.”
El despertar de los «Innies» Separación
A lo largo de la primera temporada, los “Innies” comienzan a cuestionar su existencia y el propósito real de Lumon. Helly (Britt Lower), la última en incorporarse al equipo, se convierte en el símbolo de esta resistencia. Desde su llegada, intenta renunciar y, tras múltiples intentos fallidos, descubre la cruel realidad y uno de los puntos clave de la serie: su “Outie” no solo rechaza sus deseos, sino que está completamente alineada con los objetivos de la empresa.
Por su parte los otros dos miembros del equipo, Dylan (Zach Cherry) y Irving (John Turturro), también empiezan a dudar de la ética de Lumon. Dylan, tras un breve despertar en el exterior gracias al Protocolo de Contingencia de Horas Extras (OTC), descubre que tiene un hijo, lo que desata su furia contra la empresa. Por su parte, Irving, cuyo “Innie” es un ferviente seguidor de las normas de Lumon, se enfrenta a un desconcertante descubrimiento: su “Outie” está obsesionado con destapar los secretos de la compañía, pintando repetidamente escenas del oscuro ascensor que conecta la planta cercenada.

Uno de los momentos más surrealistas de la primera temporada de ‘Separación’.
Además, el personaje del genial John Turturro vive un indescriptible romance con Burt, un “Innie” de otro departamento, interpretado por otro mito del cine como es Christopher Walken. La relación entre ambos, las ganas de saber qué ocurre fuera y la inminente jubilación de Burt también son de suma importancia para el devenir de estos dos personajes y lo que están por descubrir.
La liberación de la consciencia
El clímax de la primera temporada llega cuando Mark, Helly, Irving y Dylan deciden, al fin, actuar. Su plan consiste en utilizar el OTC para despertar sus conciencias laborales en el mundo exterior y descubrir las vidas de sus “Outies”. Antes de subir al ascensor (símbolo visual en la serie de la transformación del “Outie” en “Innie”), Mark y Helly comparten un beso, simbolizando su unión frente a la opresión de Lumon.

La segunda temporada de ‘Separación’ llega a Apple TV+ el 17 de enero.
Los últimos episodios revelan impactantes verdades: Helly es en realidad Helena Eagan, heredera de la familia que controla Lumon, y está usando su separación como un experimento para promocionar la tecnología de la empresa. Irving, tras localizar a Burt (Christopher Walken) en el exterior, se encuentra con una desgarradora escena: Burt está jubilado y tiene pareja, lo que destruye la esperanza de su “Innie” de continuar su relación.
Mark, por su parte, tiene la revelación más impactante: su esposa Gemma, a quien creía muerta, está viva y no solo trabaja en Lumon, sino que tiene el rostro de la misteriosa Sra. Casey. Este descubrimiento lo lleva a gritar “She’s alive!” (“¡está viva!”) segundos antes de que el OTC se apague, dejando a los espectadores en un angustioso cliffhanger que nos ha durado tres años, tras los retrasos de la nueva temporada a consecuencia de las huelgas de guionistas y actores del 2023.
T2 de ‘Separación’: Lo que está por venir
Con su impecable dirección artística, su excelso reparto, su innovadora narrativa y su exploración de temas como la identidad, la ética y el libre albedrío, Separación ha establecido un nuevo estándar en el género del thriller psicológico, con aires de ciencia ficción ligeramente distópica. Es, sin duda, una de las joyas de la corona de Apple TV+.
Hemos podido ver el arranque de la nueva temporada (pronto habrá crítica disponible) y os podemos adelantar que sigue manteniendo el nivel, además de plantear nuevas preguntas y misterios sobre el mundo de la serie. La segunda temporada, que arrancará el 17 de enero con episodios semanales, tiene la misión de expandir el universo de Lumon, explorando el pasado de sus personajes y desentrañando los secretos de la compañía. Y por ahora así es, aunque manteniendo el toque surrealista y misterioso que tan bien ha sabido imprimir Ben Stiller en las imágenes, la música y el ritmo de la serie.

Los «innies» en el exterior en una foto de la segunda temporada.
La secuencia de títulos de crédito, que era magnífica en su primera temporada, cambia completamente en esta segunda, manteniendo el estilo de animación pero ofreciendo nuevas escenas y una mirada más introspectiva a los temas centrales sobre los que versará la segunda temporada.
Si aún no has visto la primera temporada, espero que no hayas leído los spoilers y corras a verla ya. Pues este es el momento de sumergirte en una de las series más fascinantes de los últimos años. Porque en Separación, nada es lo que parece, y la verdad siempre está un paso más allá.