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El otro creador de 'Twin Peaks'

Mark Frost: más allá de las cortinas rojas


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Con el aterrizaje de “Twin Peaks” en Filmin, y la próxima reedición por parte de la editorial Impedimenta de su novela “La Lista de los 7”, es un buen momento para repasar la carrera del co-creador de una de las series más importantes de la historia de la televisión, cuyos trabajos se extienden al cine, el teatro o la literatura.

Cuando Twin Peaks llegó a Tele 5 en noviembre de 1990, era la serie de David Lynch. No había ninguna duda de ello y además la campaña de publicidad de la cadena se encargaba de recordarlo a los espectadores en numerosos anuncios. Solo los medios más aplicados se referían a ella como “una creación de David Lynch y Mark Frost”.  Al futuro escritor de “La Lista de los 7” le tocó, en cierta medida, quedar relegado a un segundo plano, y si bien el fenómeno mundial que significó la serie en su primera temporada le podría haber empujado a ser considerado un digno competidor de los showrunners más populares de su tiempo (como por ejemplo Steven Bochco, del que fue discípulo, David Kelley o unos pocos años más tarde Chris Carter), la abrasiva (pero comprensible) influencia de Lynch hizo que su presencia quedase un tanto oculta entre la sombras. Mark Frost Twin Peaks

Con la llegada del siglo XXI y la revalorización de la serie, que se podría situar a partir de la edición en DVD de las dos temporadas en La Caja Dorada, la cosa cambió. El propio Lynch se encargó de destacar la figura de Frost en uno de los extras de dicha edición (llegó a proclamar que “Mark era el 50%, si no más, de la serie) y el propio productor y guionista ya se había labrado una reputación como escritor de libros de diversos estilos. Con todo, su desapego hacia la televisión después de algunos fracasos de audiencia lo han convertido en una figura no muy conocida en nuestro país más allá de su vínculo con “Twin Peaks”, por lo que creemos que vale la pena hacer un repaso de su interesante (e insólita) carrera. Mark Frost Twin Peaks

Los primeros trabajos del joven Mark para televisión los realizó contando 22 años, cuando aún era universitario

Mark Frost nació el 25 de noviembre de 1953 en New York. Su padre era Warren Frost (1925-2017), actor de larga carrera en TV cuyo papel más célebre fue el del Dr. Hayward en la propia Twin Peaks. Su hermana pequeña, Lindsay Frost, también ha sido actriz y se la ha podido ver en papeles importantes en simpáticas cintas de terror y ciencia ficción de los 80 como Comisionado para matar o ¿Estamos muertos… o qué?. Su hermano pequeño, Scott Frost, también ha ejercido como guionista de televisión y novelista, y escribió una de las primeras novelas de la “galaxia Twin Peaks”, la Autobiografía del Agente Cooper (Versal, 1991). Mark Frost Twin Peaks

Los primeros trabajos del joven Mark para televisión los realizó contando 22 años, cuando aún era universitario. Sus escritos fueron para El hombre de los seis millones de dólares, inmensamente popular en su día en Estados Unidos. Narraba las aventuras de un astronauta llamado Steve Austen (Lee Majors), al que, tras sufrir un accidente, reconstruían su cuerpo con partes robóticas, lo que le otorgaba mayor fuerza, agilidad o velocidad: un hombre biónico. Sus episodios fueron The Return of the Robot Maker y Steve Austen, Fugitive (escrito en colaboración con Richard Carr), ambos de la segunda temporada y emitidos en 1975. De ahí pasó a la serie Lucas Tanner, en la que David Hartman interpretaba a un profesor de los suburbios. Tras su paso por ella trabajó en la telecomedia de corta vida Sunshine, que apenas duró tres meses en antena en 1975. Después de estos pequeños trabajos, dejó el mundillo de las 625 líneas durante siete años, que dedicó a trabajar en el Teatro Guthrie de Minneapolis escribiendo diversas obras. Cuando en 1982 Steve Bochco (al que había conocido trabajando en El hombre de los seis millones de dólares) le invitó a participar en su nuevo proyecto, Hill Street Blues (Canción triste de Hill Street), seguramente no se le pasaba por la cabeza el prestigio que iba a conseguir como guionista.

Mark Frost Twin Peaks

En 1982 Steve Bochco invitó a Mark Frost a participar en la serie ‘Canción triste de Hill Street’ .

Canción triste de Hill Street (1981-1987) fue una revolución televisiva en los 80. Se trataba de un drama policiaco sobre una comisaría de policía y los agentes que trabajaban en ella, situada en una ciudad jamás identificada, que se alejaba de los tópicos: los episodios no eran autoconclusivos y las tramas podían alargarse varios episodios (algo que parecía entonces reservado para las telenovelas). El reparto incluía numerosos personajes protagonistas y secundarios recurrentes. Cada personaje estaba cuidadosamente diseñado, y prácticamente todos ellos estaban moralmente en una escala de grises muy semejante a los seres humanos de carne y hueso, pero no a los habituales policías televisivos de conducta intachable. Tocaban temas de actualidad en “el mundo real”, sin miedo a enfrentarse a la polémica. Era televisión sofisticada e inteligente, de igual modo que su mayor y mejor competidora para ser el ojito derecho de la crítica televisiva estadounidense de los 80, la también memorable Hospital (“St. Elsewhere”, o A Cor Obert, si tuvieron la suerte de verla en TV3) que usó un planteamiento similar pero ubicándolo en un drama hospitalario.

Las dos tuvieron unos inicios muy titubeantes en lo que a índices de audiencia respecta, en un contexto televisivo donde los éxitos eran series como Vacaciones en el mar, Dallas o La casa de la pradera, pero fueron remontando hasta hacerse con un público fiel y volverse habituales ganadoras de los premios Emmy. Su modelo se instauró tanto en el ADN catódico que, a partir de entonces, hasta aquellas series con episodios autoconclusivos empezaron a respetar la continuidad de sus universos, no viviendo “películas aisladas” cada semana, creando la sensación de universos tridimensionales que tienen prácticamente todas  hoy en día. Frost estuvo inmerso en calidad de escritor y productor en la creación de Bochco entre sus temporadas tercera y sexta, y fue nominado al premio Emmy, aparte de ganar un Guild al mejor guionista. La experiencia sería vital para Frost a la hora de ejercer de showrunner en sus proyectos posteriores, y también a la hora de tratar personalidades en la mesa de guionistas que eran puro fuego, como el genial y temperamental David Milch, cuyo prestigio empezó a labrarse en aquella serie antes de crear, en compañía de Bochco, Policías de Nueva York y ya posteriormente diversas series para HBO, destacando la extraordinaria Deadwood. Mark Frost Twin Peaks

Frost tuvo su primer contacto con David Lynch a través de su agente común Tony Krantz en 1986, y su primera idea fue llevar a la pantalla grande la novela Goddess de Anthony Summers 

Frost abandonó el programa, en parte, por lealtad a Bochco, que había tenido un conflicto con los productores y aceptó dejarlo para crear otra serie que iba a ser reverenciada en los 80, La ley de Los Angeles (L.A. Law, 1986-1994). También porque el prestigioso director John Schlesinger (Cowboy de Medianoche) le dio la oportunidad no solo de llevar a la gran pantalla su primer guion cinematográfico, sino de trabajar en el proyecto como productor asociado y estar involucrado en las decisiones concernientes al desarrollo de la obra. Así, cuando Bochco le ofreció irse con él a escribir tramas para el Bufete McKenzie Brackman en la soleada California, Frost amablemente rechazó la propuesta para trabajar en la película Los creyentes (The Believers), adaptación de la novela de Nicholas Condé La religión (Edivisión, 1987). Un intenso mix entre el cine de terror y el cine policiaco interpretado por Martin Sheen, en el papel de un policía que tiene que investigar una serie de asesinatos en Nueva York relacionados con la Santería y el Vudú. Mark Frost Twin Peaks

Mark Frost Twin Peaks

David Lynch y Mark Frost en el rodaje del piloto de ‘Twin Peaks’ en el estado de Washington (1990).

El reparto lo completaban Helen Shaver, Robert Loggia y Jimmy Smits: aunque hace bastantes años que no la reviso, nunca he sido capaz de olvidar una impactante escena que protagonizaban unas culebras… El filme tuvo una recaudación digna, pero poco espectacular y cosechó críticas mixtas. Por aquellos tiempos también escribió un par de episodios de la popular y premiada The Equalizer, protagonizada por Edward Woodward, que narraba las aventuras de un agente de la CIA retirado que ejercía de vigilante urbano y que ha conocido diferentes remakes durante este siglo. También se estrenó El talismán del terror (Scared Stiff, 1987), dirigida por Richard Friedman, cuyo guion había escrito Frost antes de empezar a trabajar en Hill Street, y echó una mano a su colega Clive Barker escribiendo la adaptación a guion literario de su novela Razas de noche (Nightbreed, 1990). Frost ejerció de “escritor fantasma” y no aparece acreditado en el film.

En 1988 ambos talentos se asocian, forman su propia productora y se ponen a trabajar en un proyecto llamado, primero, South Dakota, después Northwest Passage tras el cambio de ubicación del lugar donde sucedía, si bien su nombre definitivo será Twin Peaks

Tuvo su primer contacto con David Lynch a través de su agente común Tony Krantz en 1986, y su primera idea fue llevar a la pantalla grande la novela Goddess de Anthony Summers (Las vidas secretas de Marilyn Monroe, Planeta, 1986), que retrataba los últimos días en la vida de la mítica actriz. Nunca llegó a realizarse, al igual que ocurrió con The Lemurians, un proyecto que tenían pensado vender a la cadena NBC como serie de televisión en la línea de Los invasores, pero en versión comedia extravagante de ciencia ficción. Cada semana, un grupo de agentes secretos buscaría  lemurianos infiltrados en Estados Unidos, recorriendo el país en taxi y disfrazados de músicos de jazz. En cualquier caso el asunto Lemuria vuelve a aparece en las páginas de La historia secreta de Twin Peaks y no de manera precisamente divertida… One Saliva Bubble es otro proyecto que el tándem abandonó en dos ocasiones: la primera, a finales de los 80, en beneficio de Twin Peaks, la segunda debido al fiasco comercial de Fuego, Camina Conmigo, que llevó a la productora Ciby 2000 a cancelar el proyecto en 1992. En aquellas fechas el proyecto estuvo a punto de salir adelante. Se trataba de una comedia absurda que hubiera tenido como protagonistas a Steve Martin y Rick Moranis. Mark Frost Twin Peaks

Por fin, en 1988 ambos talentos se asocian, forman su propia productora y se ponen a trabajar en un proyecto llamado, primero, South Dakota, después Northwest Passage tras el cambio de ubicación del lugar donde sucedía, si bien su nombre definitivo será Twin Peaks. El resto es historia: la primera temporada tiene un elevado éxito de audiencia y se convierte en el fenómeno televisivo de la temporada. Frost consigue una nueva nominación al premio Emmy. La cadena no sabe muy bien qué hacer con ella en su segundo año, comienza a hacerla bailar con continuos cambios de emisión, pierde su éxito inicial y es cancelada el 10 de junio de 1991. Los motivos de la muerte prematura de Twin Peaks se pueden achacar a la pérdida de calidad en el segundo tramo de la segunda temporada (lo hay, aunque nunca dejó de ser, ni con esas, mi serie predilecta), a la resolución del crimen de Laura Palmer, que Lynch querría haber resuelto mucho más tarde, siendo Frost quien cediera a las presiones de la cadena ABC, y a un propio intento de esta de sabotear la serie por no ajustarse a la imagen que querían dar.

Me siento muy bien cuando pienso en ella. Siempre intentamos que fuera subversiva. David no tenía ninguna experiencia en televisión y no tenía una filosofía sobre el medio. He llegado a pensar, después de haber trabajado en este mundillo todo lo que he podido, que generalmente hay una pequeña fuerza destructiva en las vidas de la gente en un nivel subconsciente. Trabaja de una manera hipnótica en los anuncios. Esto crea, como demuestran estudios científicos hoy en día, mucha más pasividad en los televidentes. Afecta a tus ondas cerebrales. Y crea más hostilidad y una agresión desenfocada en la gente. Es una especie de control mental, si lo piensas. Así que creamos una serie en la que tuvieras que prestar atención, que no pudieras ver de forma pasiva, o no la pillarías. Esa fue siempre mi intención. Y me siento contento, en cierta manera, de que no alcanzara su quinta o sexta temporada y se convirtiera en una estúpida auto-parodia, lo cual creo que es una tendencia común en las series largas”. (Frost para Wrapped In Plastic nº9, Febrero 1994, entrevista conducida por John Thorne y Craig Miller)

Mark Frost Twin Peaks

Los míticos créditos iniciales de ‘Twin Peaks‘.

La compañia Lynch/Frost Productions no se limitó solo a Twin Peaks: en 1990 estrenaron Crónicas americanas (American Chronicles) en la cadena Fox, una colección de documentales (“docu-poesías”, en palabras de Frost)  de media hora cada uno, centrados en particularidades muy concretas de la cultura estadounidense. Frost escribió y dirigió el primero, Farewell to the Flesh, narrado por Richard Dreyfuss y que se centraba en el Mardi Gras, el carnaval de Nueva Orleans.  En nuestro país la emitió TV2 apenas sin llamar la atención. La presencia de Lynch en el proyecto fue meramente testimonial. Siguieron sumergidos en las ondas catódicas después con la telecomedia En el aire, (On the Air). Cada episodio de En el aire estaba situado en el rodaje de un programa de televisión de los años 50 llamado El Show de Lester Guy, un programa de variedades del estilo de los de la época que tenía como estrella a un antiguo actor de cine venido a menos (Ian Buchanan, el vendedor de modas Dick Tremayne en Twin Peaks, que compartía protagonismo con Miguel Ferrer, Marla Rubinoff y David L. Lander).

Grabado en directo, el programa no tenía espacio para cometer el mínimo error… algo que ocurría semana tras semana, mientras el show era emitido. Todo el equipo de realización y los protagonistas intentaban resolver los problemas, ocasionando auténticos desastres, que convertían al ficticio programa en un éxito rotundo. Éxito que no tuvo su réplica en el mundo real, donde fue un completo fracaso. La cadena ABC decidió emitirla el verano de 1992, de nuevo, los sábados por la noche, y solo se llegaron a emitir en EEUU tres de los siete episodios rodados. ¿Fue una venganza por parte de la ABC por las campañas que se organizaron en torno a salvar Twin Peaks  de la cancelación, que seguramente les proporcionaron más de un quebradero de cabeza? Quién sabe. En el aire fue una obra insólita, tanto para Lynch como para Frost, donde finalmente pudieron desarrollar una comedia y mostrar al mundo su particular sentido del humor. Era muy divertida, y una rara avis en la carrera de sus dos creadores. En España la serie pudo ser vista en un par de ocasiones, la primera en codificado en Canal Plus en 1992, la segunda en TV2. Curiosamente, ambas emisiones contaron con dos doblajes diferentes al castellano. Mark Frost Twin Peaks

Frost: «David Lynch era un compañero maravilloso, pero a veces era difícil hacerle volver al planeta Tierra […] Aunque quiero mucho a David, no echo de menos esa parte de nuestra relación»

En 1992 David Lynch intentó resucitar el universo de Twin Peaks con la película Fire Walk With Me (1992). Su compinche a la hora de elaborar el guion iba a ser Bob Engels, uno de los guionistas fijos de la serie, y no Mark Frost, que se excusó diciendo que en  lo que él querría trabajar sería una secuela y no una precuela. Pero en la segunda temporada el distanciamiento entre Lynch y Frost se había ido haciendo cada vez más palpable, como demuestran libros como Reflections: An Oral Story of Twin Peaks de Brad Dukes o el magnífico Conversations with Mark Frost de David Bushman. Si bien no es que hubiera conflictos ni enfados visibles entre uno y otro, y jamás se ha perdió la cordialidad entre ambos hasta que se volvieron a juntar en The Return, está claro que las visiones de ambos apuntaban en direcciones opuestas. Curiosamente el siguiente trabajo de Lynch iba a ser en el reino de Frost, con la mini-serie Hotel Room para HBO, mientras que Frost preparaba su debut como realizador en la gran pantalla, territorio lynchiano. Su experiencia previa como director se limitaba a un episodio de Canción triste de Hill Street y a otro de Twin Peaks, lo que, bien pensado, no eran malas clases prácticas. Mark Frost Twin Peaks

“En Twin Peaks teníamos a Aaron Spelling, el productor de más éxito de la historia de la televisión. Realmente sabía lo que hacía. Era una gran figura a la que dirigirse cuando necesitamos consejo o ayuda para que algo funcione. David Lynch era un compañero maravilloso, pero a veces era difícil hacerle volver al planeta Tierra (risas). Esto creó una sucesión de problemas en torno a mantener el programa, dedicarse a ello y hacerlo funcionar. Aunque quiero mucho a David, no echo de menos esa  parte de nuestra relación”. (Frost para Wrapped In Plastic nº36, Agosto 1998, entrevista conducida por Craig Miller). Mark Frost Twin Peaks

Mark Frost Twin Peaks

En 1992 David Lynch intentó resucitar el universo de Twin Peaks con la película Fire Walk With Me (1992).

El peso de la corrupción (“Storyville”, 1992) narraba cómo un joven aspirante a senador de Nueva Orleans se veía envuelto en un turbio asunto de chantaje por tener relaciones extramatrimoniales, mientras su esposa mantenía una aventura con otro hombre. A la vez debía luchar por limpiar el nombre de su padre, que aparentemente se suicidó por un caso de corrupción en el que se vio envuelto. Con James Spader, Joanna Whalley-Kilmer, Jason Robards y Charlotte Lewis de protagonistas (y algunos rescatados de la cancelación de Twin Peaks, como Piper Laurie o Michael Parks), Frost se sacó de la manga un relato muy de su gusto, con intrincados lazos familiares, varios laberintos de pasiones y un ligero punto de vista contestatario contra las órbitas del poder, y tenía una destacable banda sonora compuesta por Carter Burnwell. La película, mal distribuida y promocionada, pasó sin pena ni gloria por las taquillas americanas (y españolas).

Mark Frost: «Toda la parte mitológica de ‘Twin Peaks’ surgió realmente de mí»

Los varapalos provocados por Twin Peaks, On the Air y El peso de la corrupción no le desanimaron,  pero si le empujaron a dar un vuelco a su carrera. “Quería controlar mi propio trabajo. No hay interferencias creativas de otros cuando escribes un libro: el producto es completamente tuyo” (WIP nº36). En 1993 publica su primera novelaThe List of 7 (“La Lista de los 7” será reeditado en junio por Impedimenta) en la que presentaba una alucinante aventura en la Inglaterra victoriana protagonizada por un joven Arthur Conan Doyle, cuya vida era salvada por un misterioso aventurero, Jack Sparks, que clamaba ser un agente secreto al servicio de Su Majestad y poseedor de unas habilidades deductivas muy superiores a la media que llevarán al joven médico, futuro escritor, en usarle como molde para crear a cierto investigador literario de fama mundial e imperecedera. Ambos se enfrentaban a una conspiración secreta por parte de una secta llamada la Hermandad Oscura que amenazaba con traer una nueva era de tinieblas al mundo, y que mostraba en el transcurso del viaje al escéptico Doyle un mundo esotérico y sobrenatural que le hará plantearse el verdadero sentido de la realidad y lo desconocido. Ciertos aspectos presentados en la novela (La sociedad teosófica, creadores del concepto de Logias blancas y negras, el “habitante del umbral”) también habían ocupado su sitio en Twin Peaks: “Autodefensa Psíquica de Dion Fortune es exactamente de donde saqué la Logia Negra. Toda la parte mitológica de Twin Peaks surgió realmente de mí, y siempre he conocido a autores teosóficos y a todo aquel grupo llamado la Orden del Amanecer Dorado (Golden Dawn) de finales del siglo XIX y principios del XX, William Butler Yeats, Madame Blavatsky y una mujer llamada Alice Bailey, una escritora realmente interesante” (WIP 9). Mark Frost Twin Peaks

La novela conoció un éxito formidable, ocupando los primeros puestos en los tops de medios como Publisher’s Weekly (la “biblia” del medio) o USA Today, vendiéndose a 24 países y revitalizando el nombre de su autor, que había quedado bastante en la sombra durante todo el periodo que duró la fiebre Laura Palmer. En un par de años ya tendrá lista la secuela, The Sixth Messiah (ed. española “El sexto mesías”, Ediciones B, abril de 1997), que conocerá también un éxito importante. A título personal, el primero me encantó, y guardo un recuerdo magnífico de él: me impulsó a introducirme en el mundo de Sherlock Holmes, en el cual he buceado a lo largo de los años con devoción… pero el segundo, en su día, me resultó una pequeña decepción. Introducía demasiados personajes nuevos, restándoles páginas a los originales a los que encontraba mucho más interesantes y resultaba, en conjunto, excesivamente disperso, además de que cambiar la lúgubre Londres por el desierto de Arizona le hacía perder encanto. De todos modos les hablo de recuerdos de hace casi 20 años atrás… El autor valoró escribir una tercera aventura de Doyle y Sparks en aquel entonces, hubiera sucedido en Egipto y tenido el número “5” en el título, pero quedó descartada en pos a nuevas obras. En 1997 se publica en EEUU su tercera novela, el excelente thriller Before I Wake (“Abrir los ojos”, Ediciones B, Octubre de 1998), que por razones contractuales tuvo que publicar bajo el pseudónimo de Eric Bowman. Narraba un adictivo juego del gato y el ratón entre un policía y un asesino, era muy rápido de leer y pedía a gritos una adaptación en pantalla grande (y que según parece estuvo a punto de producirse, con Kevin Spacey y Kevin Bacon en los papeles principales). Mark Frost Twin Peaks

Mark Frost Twin Peaks

El peso de la corrupción (Storyville, 1992) estaba protagonizada por James Spader.

No volvió a la pequeña pantalla hasta 1998, año en el que presentó un par de nuevos proyectos. The Repair Shop, protagonizada por Anthony LaPlagia, trataba sobre una agencia secreta del gobierno, pero no verá la luz del día, quedándose en un solitario piloto-telefilme, mientras que la CBS sí que dará el visto bueno a Buddy Faro, relato acerca de un legendario detective de los años 60, interpretado por Dennis Farina, que vuelve a la ciudad de Los Angeles en los 90, tras casi treinta años desaparecido, a la vez que en Hollywood se rueda una serie televisiva de ficción sobre sus antiguos casos. De nuevo, consiguió el visto bueno de la crítica, pero se atascó con la audiencia, siendo cancelada apenas emitiéndose 10 episodios. Peor suerte corrió Forbidden Island (1999), proyecto de la cadena UPN que no pasará de conocer la grabación de su piloto. Pero vale la pena mencionarla ya que su argumento probablemente les sonará muy parecida a una serie archi-famosa. “Me contrataron de la cadena para trabajar en un piloto que no escribí -me ficharon como productor ejecutivo y lo reescribí- e iba acerca de un avión que se estrellaba en una misteriosa isla tropical. Los protagonistas no sabían como habían llegado hasta allí ni como salir. Es inquietante lo parecida que resulta”. (Frost para Wrapped In Plastic nº75, Septiembre de 2005, entrevista conducida por Craig Miller y John Thorne). Imagino que ya suponen con cuál guardaba tantas semejanzas, ¿verdad? Mark Frost Twin Peaks

De nuevo en 2001 intenta llevar una nueva idea a la pequeña pantalla, All Souls, sobre un hospital encantado de Boston, un poco en la línea de The Kingdom de Lars Von Trier, pero adaptada al gusto norteamericano y con una estructura más episódica. La cadena UPN, en un ejemplo de incompetencia, la pone a competir con shows que ya tenían a su cúmulo de seguidores especializados en TV fantásticaAngel de la Warner y Dark Angel de la Fox. Solo durará seis episodios, de los cuales escribirá el sexto. Fue la peor experiencia que he tenido nunca en el mundo de la televisión trabajando con una cadena. UPN debía ser algo así como ‘La cadena de los programas infumables’, por lo que tengo entendido. Era televisión para lerdos hecha por lerdos. Me puse muy tarde en el proceso y traté de hacer algo interesante (…) Hubiera sido una buena serie, ¡simplemente necesitaba otra cadena! “. (Frost para Wrapped In Plastic nº61, Octubre de 2002, entrevista conducida por Craig Miller y John Thorne). Mark Frost Twin Peaks

Decepcionado con el medio televisivo, abandona el mundo catódico, centrándose en otros proyectos. Durante la primera mitad de la década encontrará un filón escribiendo libros deportivos empezando por una de sus pasiones: el golf. The Greatest Game Ever Played es la dramatización de la final del US Open de 1913 entre Francis Ouimet, un jovencísimo caddy con un don espectacular para este deporte, y el legendario Harry Vardon. A día de hoy todavía está considerado como el más competido y emocionante duelo que se haya practicado. Frost se encargó de escribir el guión de la adaptación cinematográfica de la misma, llamada en España Juego de honor (2005), dirigida por Bill Paxton, con Shia LaBeouf interpretando a Ouimet y el siempre excelente Stephen Dillane como Vardon. La película es bastante apreciable, trata el tema con suavidad (produce Disney) y convierte a Ouimet en el protagonista al narrar su historia de superación: no obstante, Vardon-Dillane le roba todas las escenas. Reincidirá con el tema en el año 2004 con la biografía de otro legendario jugador norteamericano: The Grand Slam: Bobby Jones, America and the Story of Golf. Mark Frost Twin Peaks

Mark Frost Twin Peaks

Juego de honor (2005), dirigida por Bill Paxton, con Shia LaBeouf interpretando a Ouimet.

Su otro guión de una película estrenada en el 2005  fue Los 4 Fantásticos, la primera adaptación (bueno, en realidad la segunda, contando aquella producida por Roger Corman a primeros de los 90 que solo podía encontrarse en video pirata) de la popular primera familia del Universo Marvel. Probablemente no se trate de su punto más álgido en su carrera, aunque seguro que no le hizo daño a su cuenta bancaria. Fue Chris Columbus (que originalmente iba a encargarse de dirigir la película) el que se dirigió a él para que escribiera el libreto. “Se acercó y me preguntó si estaría interesado en echar un vistazo al proyecto. Resultó que había sido un gran coleccionista cuando era niño y amaba el título y a los personajes, y además hizo posible que llamara a mi madre y le dijera “¿Sabes todos aquellos cómics que compré de niño y que te decía que algún día serían importantes? Pues valió la pena (WIP nº75). Habiéndome criado aficionado a los tebeos y escuchando siempre la cantinela de los adultos entonces diciéndome que “no van a servirte de nada cuando crezcas”, no soy capaz ni de imaginarme lo satisfactoria que debió resultar esa llamada. Para la elaboración de la historia intentó alejarse de la ola de seriedad que inundaba a las adaptaciones de cómic por aquellos tiempos. “Intentaban psicoanalizarlos en exceso y se los tomaban mortalmente en serio, y yo dije “esta no es la manera en la que va a funcionar. Esto ha de ser un cruce entre “Cazafantasmas” y “La fiera de mi niña”. Así es como vamos a diferenciarnos de otras películas de superhéroes. Hay que buscar el énfasis en la risa”. La película, dirigida por Tim Story, resultó bastante floja, no nos vamos a engañar , pero a pesar de no gustar ni a la crítica ni al sector de aficionados a los cómics, fue bastante rentable y generó una secuela. Para Los 4 fantásticos y Silver Surfer (2007). Aquí, en cambio, solo escribió el primer borrador del guión y aunque esté acreditado, no fue el encargado de la versión definitiva. De nuevo, los resultados artísticos fueron mediocres y esta vez ni siquiera se repitieron los buenos resultados en taquilla de la primera entrega. Mark Frost Twin Peaks

El día de Navidad de 2011, Frost se pone en contacto con David Lynch telefónicamente y le propone trabajar en el retorno de Twin Peaks. Los viejos conflictos parecen quedar aparcados y el dúo vuelve a funcionar como una máquina bien engrasada

A partir de entonces se centrará únicamente en su carrera literaria, la que más satisfacciones creativas le proporciona (y menos dolores de cabeza). En 2007 se publica la que es mi novela preferida del autor al margen de La lista de los 7, la intriga bélica The Second Objective (“Segundo Objetivo”, Ediciones B, Mayo de 2008), impecable thriller que narra la investigación, en los últimos estertores de la II Guerra Mundial, por parte de un policía militar (ex-detective de Homicidios de New York) que sigue la pista de dos soldados alemanes que se han infiltrado tras las líneas enemigas haciéndose pasar por norteamericanos con intenciones que podrían dar un vuelco al resultado de la guerra, siendo para más inri uno de ellos un peligroso y carismático psicópata… Comparada con el estilo de Frederick ForsythSegundo Objetivo es un best-sellers de los de antes, lleno de intriga, perversos giros y un aroma a novela de los años 70 que es una verdadera bendición. También en 2007 insistirá con su querido golf con The Match: The Day the Game of Golf Changed Forever, suerte de secuela espiritual de The Greatest Game Ever Played, y en 2009 será el baseball el deporte escogido para dar luz a Game Six, centrado en la historia que envolvió a un mítico partido de ese deporte (la final entre los Red Sox y los Cincinnati Reds el 21 de Octubre de 1975) desde todos los ángulos posibles (no solo los que jugaron aquel partido y sus historias personales, sino entre los periodistas que lo cubrieron, los managers del equipo, los ejecutivos, algunos de los espectadores que asistieron, etc). Aunque parezcan moderadamente interesantes, las probabilidades de que los libros deportivos de Frost sean traducidos parecen muy pocas. Más extraño es que permanezcan inéditos en nuestro país los tres volúmenes que componen la trilogía que inició The Paladin Prophecy (2012) y que continuó con Alliance (2013) y Rogue (2015), que ha sido definida como una suerte de cruce de Harry Potter y El código DaVinci, pero ubicado en un futuro distópico. Y digo que me extraña no tanto por la calidad o fama de la trilogía (las críticas que he leído sobre ellas son así-así, tiene sus fans pero también bastantes detractores), sino por lo bien que suele funcionar actualmente en España la novela fantástica enfocada al público adolescente.

A lo largo de la primera década del siglo XX Twin Peaks parece resurgir de las tinieblas. Ediciones domésticas de la serie, primero, y emisiones del programa en diferentes plataformas de streaming alrededor del mundo, después, provocan un renacido interés por parte del público. Empieza a ser una habitual en los rankings de “mejores series de todos los tiempos”, y showrunners de prestigio como Bryan Fuller, Matthew Weiner o Damon Lindelof la reconocen como influencia en varias entrevistas. Lindelof, en concreto, reconoce su obsesión de adolescente por el programa: cuando los fans de Perdidos (“Lost”) busquen un precedente a su serie preferida, de repente tienen uno claro al que recurrir. Atento a todo ello, Frost ve la oportunidad de volver a visitar el misterioso pueblo maderero: No pensé que fuera a funcionar hasta que las ventas de los DVD’s y los foros de internet sugerían que había mucho interés. Esto fue antes de la moda de los reboots que estaba por llegar, sobre todo en las cadenas de televisión tradicionales. Pensé que sería audaz devolver el programa después de todo este tiempo, retomando la historia muchos años después, sin intentar recrearla o hacer un simple remake. Continuar con un nuevo capítulo. (Frost para David Bushman, Conversations with Mark Frost, 2020). Mark Frost Twin Peaks

Mark Frost Twin Peaks

‘Twin Peaks’ está al completo en Filmin.

El día de Navidad de 2011, Frost se pone en contacto con David Lynch telefónicamente y le propone trabajar en el retorno de Twin Peaks. Los viejos conflictos parecen quedar aparcados y el dúo vuelve a funcionar como una máquina bien engrasada: en completo secreto (no hubo ninguna filtración, algo bastante difícil en estos tiempos) trabajan durante tres años en un guion de 378 páginas. En octubre de 2014 anuncian por Twitter el retorno de Twin Peaks, y mientras David Lynch inicia los procesos para rodar la serie, Frost continúa sumergido en el mismo universo elaborando dos libros. El primero de ellos, La historia secreta de Twin Peaks (Planeta, 2016) resulta ser un vasto conglomerado de teorías conspiratorias, esoterismo, ufología y sociedades secretas que va desde la presunta guerra entre masones e iluminatis durante el siglo XIX luchando por el control del Gobierno de EEUU, hasta la caída del presidente Nixon en 1974, provocada (en la ficción) en gran parte por sus conocimientos sobre la vida extraterrestre y los secretos que guardaba sobre ella. Se recorren los principales sucesos paranormales de EEUU del siglo XX, desde el primer avistamiento registrado de un OVNI (Kenneth Arnold) hasta el caso Roswell, y sin embargo todo relacionado de un modo u otro con la mitología propia del universo Peakie. A su vez hay partes del libro dedicadas a Twin Peaks, a su fundación, a sus ciudadanos más ilustres y también a los encuentros con lo sobrenatural mucho antes de que muriera Laura Palmer. Todo ello presentado en un precioso formato que combina cartas, recortes de periódico, diarios, capítulos de libros, memorandos del gobierno y cualquier otro artefacto imaginable para que ofrezca una curiosa sensación de “veracidad”, de que es un documento que ha saltado del universo Twin Peaks al nuestro. Además, el libro se atreve a alterar narrativas tal y como las vimos en la serie, lo que causó un entretenido debate entre los fans los meses previos a su estreno. ¿Sucedía la tercera temporada en un universo alternativo? ¿Se había alterado el tiempo? ¿O simplemente convertía el pasado en un borroso e imperfecto recuerdo? El misterio sigue ahí. Mark Frost Twin Peaks

La gravedad de los conflictos se convierten en polvo ante la presencia de la muerte. Y si hubo algún tipo de problema entre Lynch y Frost tras The Return, pareció resolverse con el paso del tiempo (como ya había sucedido en los 90)

En cualquier caso, una vez emitida The Return se volvió a detectar, otra vez, un distanciamiento entre Lynch y Frost. El primero fue muy celoso con el montaje de la obra y no dejó al guionista entrar en la sala de edición. Además, se rumorea que el guion original terminaba en la entrega 17, y que el episodio final fue desarrollado por Lynch en solitario. Se detecta un cierto mal humor cuando se le pregunta a uno por el otro. Lynch es mesa para uno”, le dirá Frost a David Bushman. Lynch, por su parte, admitirá no haber leído ni tenido en cuenta los libros de Frost (algo que no es tan raro, si tenemos en cuenta que en los 90 tampoco leyó El diario secreto de Laura Palmer, y eso que lo escribió su hija). El 20 de marzo de 2020 el guionista Harley Peyton, que estuvo fuertemente involucrado en la serie original (estuvo acreditado en más episodios como guionista que Lynch y Frost, con 13, y fue productor durante la segunda temporada) publicó un tweet respondiendo a un fan diciendo que “David ha estado 30 años llevándose el crédito por un trabajo que nunca hizo. Lo sé, porque estuve allí”, en referencia a las ausencias del director de El hombre elefante durante el rodaje de la serie original. El tweet es retuiteado por el propio Frost. Mark Frost Twin Peaks

“A Lynch no le gusta ser encasillado. Prefiere ser provocador y colocar cosas sugerentes antes que explícitas y dejar que la gente reaccione a ellas. Yo he tenido una formación más narrativa y creo que habrá más gente que responda a algo si es internamente cohesivo. Eso ha resultado ser el punto de partida de nuestros respectivos trabajos por separado los últimos 20 años. (Frost para David Bushman, Conversations with Mark Frost, 2020).

Mark Frost Twin Peaks

David Lynch y Mark Frost en el set de ‘Twin Peaks’.

The Final Dossier (2017), publicado al terminar la tercera temporada de la serie e inexplicablemente inédito en España, da menos alegrías que su predecesor. Resulta menos complejo, no es el gran caleidoscopio que era el volumen previo, aquí existe tan solo un único punto de vista. La historia da comienzo al finalizar la serie de TV, posteriormente a que Gordon viera a Cooper desaparecer más allá de la habitación 315. Tammy Preston, la agente a la que en la pantalla diera vida Chrysta Bell, protagoniza esta suerte de epílogo de The Return en la cual intenta obtener toda la información posible para esclarecer los hechos acerca del desdoblamiento del agente desaparecido tantos años atrás y la importancia de Twin Peaks en todo ese misterio. Ofrece numerosos detalles sobre lo que hicieron y dejaron de hacer los protagonistas de la original en el lapso de 25 años entre las dos series, aunque unas historias funcionan mejor que otras. Después del volumen anterior, lo cierto es que esperaba algo semejante, pero para The Final Dossier Frost pareció haber dedicado una quinta parte del tiempo que dedicó a La historia secreta. Ni siquiera las respuestas que dio a algunos de los misterios no resueltos en el serial fueron del agrado de los fans, y eso que Frost es uno de los arquitectos principales de la obra. Mark Frost Twin Peaks

Por un lado polos opuestos, por el otro picos gemelos, Twin Peaks no sería lo que es sino hubiera sido por la tensión extraña, tipo Lennon-McCartney, que ejercían sobre ella sus dos creadores

La gravedad de los conflictos se convierten en polvo ante la presencia de la muerte. Y si hubo algún tipo de problema entre Lynch y Frost tras The Return, pareció resolverse con el paso del tiempo (como ya había sucedido en los 90). La mañana del 16 de enero Frost se despertó a las 2 y media de la madrugada, incapaz de respirar. “No estaba resfriado. No tenía congestión en el pecho. No había humo.” (Los incendios que consumían Los Angeles estaban a dos horas de su hogar en Ojai). Condujo hasta la playa de Ventura para respirar el aire de allá y comenzó a sentirse mejor. “Finalmente llegué sobre las 4:30 o las 5 de la mañana y me quedé dormido. Tres horas más tarde, recibió una llamada de Harley Peyton informándole de la muerte de Lynch. Más tarde, descubrió que Lynch falleció mientras meditaba temprano, a primera hora de la mañana. “Solo estoy dando los hechos. No puedo extrapolar nada más allá de eso, pero estábamos conectados de alguna manera”. (Declaraciones de Mark Frost para Mike Hogan en Variety, 8 de abril de 2025). Por un lado polos opuestos, por el otro picos gemelos, Twin Peaks no sería lo que es sino hubiera sido por la tensión extraña, tipo Lennon-McCartney, que ejercían sobre ella sus dos creadores. Mark Frost Twin Peaks

El futuro parece plácido para Mark Frost. En 2020 anunció que estaba trabajando en una biografía de Jiddu Kirshamurti, de la que no ha habido noticias desde entonces. Recientemente en una entrevista dijo que daba por finalizada Twin Peaks, y que pensaba que Lynch opinaría lo mismo que él. Sin embargo, sí que dejaba las puertas abiertas a un cierto tipo de material que “rellenase los agujeros” entre temporadas, así que puede que en algún momento volvamos a oír hablar de Twin Peaks, aunque probablemente en forma literaria y no audiovisual.

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Ver más en Cult TV, Twin Peaks.

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